Cosméticos obstructores – la respuesta a cómo se desarrollan el acné y los puntos negros

Cosméticos obstructores – la respuesta a cómo se desarrollan el acné y los puntos negros

«Este cosmético obstruye los poros». Escuchamos esta frase cada vez más a menudo y observamos que, cada día, más y más chicas jóvenes tienen puntos negros. ¿Por qué está ocurriendo esto? Porque utilizan sin saberlo cosméticos que contienen ingredientes que contribuyen al desarrollo de los puntos negros y de las irritaciones de la piel de la cara. En casos extremos, ocurre en un periodo de escasos días o a las pocas horas de la aplicación del producto. Limpiar la piel de puntos negros es algo que lleva mucho tiempo, y a menudo acaba en fracaso.

En general, dividimos los cosméticos obstructores en dos grupos: los que contribuyen al desarrollo del acné y los que contribuyen al desarrollo de los puntos negros. Hablamos de los cosméticos que provocan acné, cuando el estado de la piel empeora en cuestión de un par de horas desde la aplicación del cosmético. Suele mostrarse con cambios de acné bajo la apariencia de bultos hipodérmicos. Los ingredientes que contribuyen a este tipo de irritaciones son, entre muchos otros: la lanolina, el glicerol y el SLS.

En cosmetología y dermatología, existe otro tipo de cosméticos obstructores. Estamos hablando de aquellos que contribuyen al desarrollo de los puntos negros en cuestión de pocas semanas o meses desde la aplicación del producto. ¿Cómo es esto posible? Algunos cosméticos simplemente obstruyen los poros, haciendo imposible que la piel respire y se descame. Como resultado, en la piel aparecen ciertos cambios antiestéticos e irritaciones, que son muy difíciles de eliminar.

¿Qué hay de los cosméticos que no causan puntos negros? Los fabricantes colocan este tipo de información cada vez más a menudo en sus productos. Quizás sea cierta, pero antes de comprar un cosmético nuevo del que todavía no sabes nada, lee la composición en la etiqueta. Deberías ver ingredientes tales como: aceites y mantecas cosméticas, vitaminas (A y E, pero también derivados de la vitamina C), pantenol, minerales (talco, zinc), emulsionantes (SLS, caolinita), alcohol, ceras y extractos de hierbas.

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