¿A caso no queremos todos una piel suave y bonita? Por desgracia, no tenemos el tiempo suficiente para cuidarla debidamente. Cada noche, lo único en lo que podemos pensar es en meternos debajo de nuestros edredones y ni siquiera tenemos tiempo de pensar en exfoliaciones, masajes, velas aromáticas o aceites esenciales. Entonces, ¿cómo deberíamos cuidar de nuestra piel?
En el cuidado de la piel, tenemos que ser sistemáticos. De lo contrario, nuestra piel quedará reseca y la epidermis empezará a escamarse y a picar. Empieza tu cuidado de la piel con un baño caliente; pero recuerda que el agua no puede estar demasiado caliente. Puedes añadir unas rodajas de cítricos, aceites esenciales, una bomba de baño y un baño de burbujas. Los baños calientes abren los poros, estimulan la circulación sanguínea y relajan. Sólo necesitas 15 minutos. Después de ese tiempo, te sentirás más relajada y tu piel estará lista para más tratamientos.
Durante el baño puedes frotarte el cuerpo para ayudar a eliminar las células muertas de la piel y los gérmenes de los poros. Además, tonifica, suaviza y evita que el pelo crezca hacia el interior de la piel. Para la exfoliación, usa un cepillo suave, un guante especial o una esponja, y un producto exfoliante especial para el cuerpo. La exfoliación acelera la absorción de los elementos de los cosméticos y hace que nuestra piel esté suave al tacto.
Durante la exfoliación, o justo después de la misma, realiza un masaje; tiene propiedades saludables, pero tienes que saber cómo hacerlo correctamente. Es importante empezar el masaje desde las partes más bajas del cuerpo e ir subiendo hacia el corazón. Los talones, las rodillas y los codos puedes masajearlos más intensamente, porque la piel en esas partes del cuerpo es mucho más gruesa, por lo que necesitas frotarla más a fondo. Además, el masaje ayuda a reducir la celulitis.
El siguiente paso en el cuidado de la piel es una mascarilla facial o corporal. Podemos comprarla en la tienda o hacerla nosotras mismas. Lo único que tienes que recordar es que todos los ingredientes tienen que ser compatibles con tu tipo de piel y sus necesidades. De esta manera, todos los elementos penetrarán en las partes más profundas de la piel.
Después de aclarar la mascarilla corporal, es mejor hidratar nuestra piel con una loción o manteca corporal. Al aplicar esta clase de cosméticos en nuestro cuerpo, regeneramos y tonificamos nuestra piel. Para el tratamiento, necesitamos una fina capa del cosmético, que hay que distribuir y dejar reposar hasta que se absorba. Ahora sí que ya podemos meternos debajo de nuestros edredones.
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