El iluminador es otro cosmético más que necesitamos para nuestro maquillaje. Ayuda a contornear nuestro rostro, hace parecer más grandes los ojos y le da un toque de frescor a la piel, lo cual nos hace parecer más naturales y hermosas. Vamos a ver cómo y dónde aplicar el iluminador para obtener el mejor aspecto.
Últimamente, el iluminador se ha convertido en un cosmético multifunción. Los maquilladores profesionales lo usan en lugar de la sombra de ojos, pero también para disimular los rasgos faciales o magnificar los labios. Además, el iluminador parece haber encontrado un hueco en las polveras de las chicas que acaban de iniciar su aventura con el maquillaje. Lo único que necesitas es conocer algunas reglas para aplicar el iluminador de manera que consigas un aspecto joven y hermoso.
En la mayoría de los casos, asociamos el iluminador con un cosmético suelto para dar brillo. Sin embargo, en el mundo de los cosméticos, hay muchos más tipos. El iluminador puede adoptar la forma de una base de maquillaje, para cubrir todas las imperfecciones de la piel y dar un aspecto radiante. También puede adoptar la forma de mousse iluminador con textura delicada que facilita su aplicación. Aplicado correctamente, puede darnos un aspecto más joven y ocultar todas las imperfecciones.
Cómo y dónde aplicar un iluminador
Dependiendo de la textura del cosmético, podemos usar los dedos, una pequeña esponja o un pincel. Todos los maquilladores coinciden en que el iluminador debería aplicarse en aquellas zonas de la cara que pretendemos realzar. Éstas serían: los pómulos, la frente, el centro de la barbilla, el canto de la frente y el Arco de Cupido (la zona encima de tus labios). Pequeñas cantidades de cosmético junto con un movimiento del pincel es todo lo que necesitas para iluminar tus rasgos faciales.
Contorneado del rostro
Deberías empezar el contorneado del rostro con los cosméticos adecuados. Un iluminador, así como un corrector para cubrir todas las imperfecciones, deberían ser adecuados para la coloración de nuestro rostro. No tienes que aplicar una gruesa capa del producto para estar guapa, una pasada del corrector o pincel es suficiente. Lo importante de verdad es mezclar los productos. Para hacerlo, usa dos aplicadores: uno más pequeño para distribuir el cosmético alrededor de la nariz, los labios y los ojos, y uno más grande para las mejillas, la frente y el cuello.
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